sábado, 7 de noviembre de 2009



EL PALACIO MUNICIPAL
Originalmente estuvo junto a la Casa Real (actualmente Palacio de Gobierno), en un terreno que, al parecer, albergó después al cine Novedades, ahora convertido en Pasaje Picheta. Era un caserón de piedra de un solo piso, que incluía la cárcel municipal.
Durante el gobierno de Santiago Aguirre (1734-1736) se levantó el edificio actual de la calle 62, que tuvo diversas modificaciones con el tiempo, una de ellas de 1856 a 1859 para contar con "24 piezas y cinco galerías de dos pisos".
Estaba coronado por una torre (1870-1872) con un reloj, que luego fue sustituido por otro en 1919. Hoy día las campanas de ese cronómetro están mudas debido a las malas condiciones de la torre, que podría tener derrumbes.
En 1900 se reformó la planta alta para convertirla en Salón de Sesiones del Cabildo. En 1928 se embelleció su fachada, se le adosó el Escudo Nacional y se reconstruyó su torre. Los petriles de fierro del segundo piso –similares a los que tiene el Palacio de Gobierno- fueron sustituidos por antepechos con balaustradas de piedra, entre otros trabajos. Se construyó nueva torre para el reloj.
En 1949 se colocó en la entrada principal un pórtico de piedra del siglo XVIII, donado por Elías Dájer Fadel. La estructura perteneció al predio No. 530 de la calle 58 entre 63 y 65.
En la pared del descanso de la escalinata está empotrado el más antiguo escudo de Mérida, que alguna vez estuvo en la muralla oriental de la Ciudadela de San Benito.
Su elevado patio trasero, donde está el Jardín de los Compositores, es vestigio de la pirámide maya de Bakluum-Chaam que estaba en ese sitio.

EL PALACIO DE GOBIERNO.
Fue construido en el mismo sitio donde estuvieron las antiguas Casas Reales de Gobierno, que era una edificación de estilo morisco que siempre reclamó como suya el Ayuntamiento. De 1612 a 1617 se mejoró el antiguo predio con tres galerías interiores y se trasladaron los dormitorios al costado oriente.
Veinte años después se levantó la galería exterior que daba a la Plaza Mayor.
El gobernador Manuel Romero Ancona decidió levantar el actual edificio, conforme un proyecto realizado en 1879 por el Ing. Olegario G. Cantón. y con un presupuesto de $60,373.51.
Sin embargo los trabajos comenzaron en 1887. El gobernador Gral. Octavio Rosado colocó la primera piedra el 2 de abril, y, cinco años después, en 1892, lo inauguró el gobernador Daniel Traconis. La inversión superó considerablemente lo planeado.
En 1903 ó 1905 se construyó en la azotea una torre para albergar la Estación Meteorológica. Su fachada luce una réplica de la campana de la iglesia del pueblo de Dolores, que el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla utilizó para convocar al pueblo a una lucha que concluyó con la independencia del país.
Diversos gobernadores hicieron modificaciones internas al Palacio de Gobierno. Antes el despacho del Ejecutivo estaba en el costado oriente, donde ahora se encuentra el Salón de los Retratos.
Durante su interinato Víctor Cervera Pacheco mandó construir varios salones pequeños contiguos a su oficina, la cual parecía un laberinto. Víctor Manzanilla Schaffer le hizo un remozamiento general para embellecer los interiores.
Algunos hechos históricos de ese lugar son:
En julio de 1814 fue invadido por partidarios del absolutismo.
Durante la fase más cruenta de la guerra de castas, a fines de 1847, dejó de ser temporalmente sede del gobierno porque ésta se estableció en Maxcanú.
En 1906 fue sede de un banquete al Gral. Porfirio Díaz; en 1915 ocurrió la heroica defensa del gobierno del Tte. Cnel. Eleuterio Ávila Valdós y Lanz, al declararse en rebeldía las tropas de la desaparecida Ex Ciudadela de San Benito.
En diciembre de 1923 Felipe Carrillo Puerto salió precipitadamente de ese lugar, al conocerse la sublevación de la tropa federal enviada a Campeche para reprimir a los revolucionarios delahuertistas.
En 1974 se bautizó al Salón de la Historia, al colocarse en él 27 murales del pintor Fernando Castro Pacheco que muestran pasajes de la vida del Estado. Ahora ese lugar tiene clima artificial.
A pesar de su antigüedad e importancia, la sede del Ejecutivo estatal no fue inscrita oportunamente en el Catastro. En 1918 el gobernador Carlos Castro Morales corrigió esa omisión.